La jugadora de Nueva Zelanda tuvo dificultades para retirar fondos, ya que el casino le solicitó un número IBAN, que Nueva Zelanda no utilizó, y un extracto bancario que se consideró incorrecto. Además, no pudo proporcionar fotografías de una tarjeta desactivada utilizada anteriormente, aunque esperaba utilizar la tarjeta utilizada para los depósitos. El problema quedó sin resolver, ya que la jugadora no respondió a las consultas del Equipo de Quejas, lo que llevó al rechazo de la queja.




