El jugador del Reino Unido presentó una queja formal contra Rollino Casino por no cumplir con sus solicitudes de autoexclusión, lo que le ocasionó pérdidas por un total de £12,041. A pesar de las múltiples solicitudes para cerrar su cuenta por problemas con el juego, se le animó continuamente a seguir jugando, lo que le causó un importante perjuicio económico. La queja se cerró debido a la falta de respuesta del jugador a las consultas del Equipo de Quejas, lo que impidió una mayor investigación o resolución. El jugador se reservaba la opción de reabrir la queja en el futuro si decidía reanudar la comunicación.





