El jugador de Singapur llevaba meses perdiendo cantidades considerables y no pudo recibir los reembolsos que esperaba. A pesar de intentar contactar con el casino y una asociación local, consideró que sus preocupaciones no se estaban atendiendo y sospechó de un comportamiento fraudulento. El Equipo de Quejas no pudo continuar con la investigación debido a la falta de respuesta del jugador a las solicitudes de información adicional, lo que resultó en el rechazo de la queja.





