El jugador de Estados Unidos había solicitado un retiro tres semanas antes, pero no había recibido los fondos ni ninguna respuesta real, a pesar de numerosas conversaciones con el agente. El jugador había completado la verificación KYC y este habría sido su primer retiro. El equipo de quejas intentó comunicarse con el casino para obtener más aclaraciones, pero no tuvo éxito. Como el casino operaba sin una licencia válida y no hacía referencia a ningún servicio ADR, no había ninguna autoridad de juego a la que recurrir. La queja fue marcada como "no resuelta", lo que afectó negativamente la calificación del casino. Se recomendó al jugador que eligiera casinos en función de sus reseñas y calificaciones en el futuro para evitar situaciones similares.