El jugador italiano llevaba dos años esperando la devolución de 2.000 € por parte de Biamobet debido a un problema de autoexclusión y hasta el momento solo había recibido 230 €. Solicitó la liquidación inmediata del importe restante a pesar de que Biamobet le había permitido recientemente reabrir su cuenta, conociendo su adicción al juego. La denuncia fue rechazada al considerarse un "caso sin resolver" debido al tiempo transcurrido desde la solicitud inicial, que superaba el año, lo que hacía inviable una investigación más profunda.