El jugador de Kenia había depositado 100.000 nairas, jugó y luego intentó retirar sus ganancias. Después de proporcionar los documentos de verificación, su cuenta fue bloqueada y el casino afirmó que había usado una tarjeta robada, lo cual el jugador cuestionó. El jugador había aportado pruebas que acreditaban su propiedad del método de pago utilizado para el depósito. Sin embargo, después de revisar todas las pruebas y comunicaciones entre el jugador y el casino, encontramos pruebas suficientes de actividad fraudulenta proporcionada por el casino. Creímos que el casino había actuado de acuerdo con sus términos y condiciones al bloquear la cuenta del jugador. En consecuencia, rechazamos la denuncia del jugador.