El jugador griego, que confesó ser adicto al juego, presentó una denuncia contra un casino online. Indicó que abrió más de 10 cuentas en el casino, perdió una cantidad considerable de dinero y luego solicitó un reembolso de 500 euros. A pesar de utilizar direcciones de correo electrónico similares para crear estas cuentas, el casino no tomó ninguna medida. El jugador afirmó que había solicitado la autoexclusión hace seis meses, pero el casino le permitió seguir creando nuevas cuentas. Sin embargo, el jugador no proporcionó pruebas suficientes para respaldar sus afirmaciones. Por otro lado, el casino presentó evidencia de que el jugador nunca había solicitado inicialmente la autoexclusión debido a la adicción al juego en su cuenta original, y las acciones esperadas del casino para detectar múltiples cuentas basadas únicamente en direcciones de correo electrónico y tarjetas de crédito similares no estaban justificadas ya que esto no era un estándar de la industria debido a limitaciones técnicas. En consecuencia, no pudimos validar su denuncia y nos vimos obligados a rechazarla.