El jugador holandés no logró recibir un reembolso de aproximadamente 580 euros del Casino Cusco. Afirmó que el casino operaba sin las licencias necesarias, lo que hacía que sus acciones fueran ilegales, y que había sido reconocida como una jugadora problemática. El casino había ignorado en gran medida sus consultas por correo electrónico y chat en vivo. A pesar de sus afirmaciones de autoexclusión y de las operaciones ilegítimas del casino, no encontramos motivos para un reembolso según la política del casino y la información proporcionada. El jugador había decidido llevar el asunto a las autoridades locales. La reclamación fue rechazada porque estaba fuera de nuestra competencia para manejar las regulaciones específicas de cada país.