El jugador de Japón había realizado con éxito dos retiros de $1000 después de ganar con un bono de depósito, pero al intentar un tercer retiro, se encontró con que su saldo había sido anulado. El casino afirmó que las ganancias habían sido revocadas debido a un presunto mal funcionamiento del sistema, a pesar de que el jugador no experimentó problemas durante el juego. El jugador solicitó un arbitraje con respecto a este asunto. El Equipo de Quejas determinó que el razonamiento proporcionado por el casino para la confiscación de las ganancias era insuficiente y cerró la queja por no resolverse.