El jugador finlandés había solicitado inicialmente la autoexclusión debido a problemas con el juego, pero experimentó un retraso en el cierre de la cuenta que le provocó más pérdidas. A pesar de haberse puesto en contacto con el casino a través de chat en vivo y correo electrónico, su cuenta permaneció activa durante aproximadamente 35 horas durante las cuales realizó varios depósitos. El casino finalmente cerró la cuenta y ofreció una compensación en forma de giros gratis, lo que al jugador no le pareció satisfactorio. Después de que se reabrió la denuncia, el jugador reveló que el casino había reabierto su cuenta, lo que provocó pérdidas adicionales que superaron los 357 €. El casino reconoció su error y acordó reembolsar al jugador. El jugador había confirmado haber recibido el reembolso, marcando la resolución de la denuncia.