El jugador sueco se había autoexcluido debido a su adicción al juego, pero aún así pudo abrir y verificar una cuenta en QuikSlot, otro casino del mismo operador, donde el jugador perdió 2.500 euros. Después de darse cuenta, el casino cerró la cuenta, pero se negó a reembolsar las pérdidas. Habíamos solicitado información adicional al jugador para investigar el problema más a fondo. Sin embargo, debido a la falta de respuesta del jugador, no pudimos continuar con la investigación ni brindar posibles soluciones. Posteriormente la denuncia fue rechazada, pero el jugador conservaba la opción de reabrirla en el futuro.