Síntomas y diagnóstico de la ludopatía
Tiene muchos nombres: problemas de juego, ludopatía, trastorno de los juegos de azar, juego patológico, juego compulsivo, adicción al juego. Aunque las definiciones exactas varían en función de la persona a la que le preguntes, todas comparten una esencia: el juego se considera un problema cuando una persona siente la necesidad de seguir jugando a pesar de las consecuencias nocivas o negativas, o del deseo de parar.
Los juegos de azar pueden parecer una actividad inofensiva, pero cuando esta tiene un impacto negativo en tu vida, las consecuencias pueden ser devastadoras. Por eso es importante evaluar tus hábitos de juego si sospechas que puedes tener un problema, y tomar las medidas adecuadas.
Si crees que tus hábitos de juego (o los de alguien cercano a ti) han tomado una deriva peligrosa y quieres conocer más detalles sobre el problema, este artículo te proporcionará respuestas.
Contenido del artículo:
- ¿Qué es la ludopatía?
- Fases de la ludopatía
- Síntomas de la ludopatía
- Diagnóstico de la ludopatía
- Qué puedes hacer
Definición de ludopatía
En el primer párrafo del artículo hemos hecho referencia a la definición básica de ludopatía, que es el impulso de jugar continuamente a pesar de las consecuencias nocivas, o la incapacidad de dejar de jugar incluso cuando sabes que deberías. Los ludópatas siguen jugando a pesar de las consecuencias negativas que ello puede acarrearles (a ellos o a la gente que les rodea) y no parar aunque lo deseen.
La ludopatía no guarda necesariamente una relación directa con la cantidad de dinero que apuestas, ni con el importe jugado, sino con las consecuencias que estas acciones vinculadas a los juegos de azar tienen en tu vida diaria, la de tu familia, amigos y la gente más próxima. No obstante, podemos afirmar que las probabilidades de desarrollar unos hábitos de juego perniciosos son más elevados en el caso de la gente que juega de forma habitual y apuesta cantidades más grandes.
Evolución de la definición a lo largo del tiempo
Aunque el término "ludopatía" es de uso extendido desde hace tiempo, el problema de la ludopatía no se ha clasificado como adicción hasta hace muy poco. La Asociación Americana de Psiquiatría, junto con los especialistas de varias otras organizaciones, clasificó el juego patológico como un trastorno del control de impulsos durante años. Quizá por ello el término "juego compulsivo" aún sea habitual hoy en día.
La Asociación Americana de Psiquiatría publicó la quinta edición de su Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) en 2013, año en el que la ludopatía empezó a considerarse un trastorno adictivo o adicción, y se trata de una descripción muy acertada ya que la ludopatía guarda muchas similitudes con la adicción a sustancias, a pesar de que forma parte de una categoría distinta de las adicciones conductuales.
La adicción al juego, y la mayoría de casos adicción a sustancias, intenta activar los mecanismos de recompensa del cerebro, algo que no sucede con los trastornos de control de impulsos.
Evolución y cambios de la ludopatía con el tiempo
El diagnóstico de un ludópata no es estático. Los síntomas suelen evolucionar y cambiar con el tiempo, a menudo de forma cíclica. Para ilustrar de forma más clara la naturaleza cambiante del problema del juego, hemos decidido incluir dos "modelos" de ludopatía que te ayudarán a comprender la situación por la que pasa un adicto al juego.
Esto podría resultarte útil para comprender tu propio trastorno en la lucha con el juego, y si alguien a quien conoces tiene este problema, te permitirá empatizar con él y ayudarlo a tomar el camino correcto.
Las tres etapas de la ludopatía
Empecemos con las tres etapas de la ludopatía (o juego compulsivo) tal y como las describió el doctor Robert L. Custer, en su tabla del juego compulsivo y su recuperación. Esta tabla también contiene tres etapas de recuperación, pero en este artículo nos centraremos en la ludopatía. Encontrarás las tres etapas de la recuperación en nuestro artículo sobre la superación de la ludopatía.
1. La fase ganadora
Los ludópatas no empiezan siempre perdiendo dinero, sino ganándolo. Esa gran premio inicial (o incluso pequeño) que alguien obtiene puede espolear su interés por el juego. Y esto es lo que suele transformarse en un problema de ludopatía , o incluso en una adicción con todas las de la ley.
Después de las primeras experiencias ganadoras, el jugador prueba suerte más a menudo, estimulado por las fantasías sublimadas de posibles ganancias. Es perfectamente posible que alguien se sienta atraído por la idea de jugar, disfrute de los premios obtenidos y poco a poco aumente su obsesión al respecto.
Durante la fase ganadora, ni los jugadores ni la gente de su entorno suelen considerar que tengan un problema. El juego se concibe como una forma de entretenimiento, y suele desarrollarse como una actividad en grupo.
2. La fase perdedora
En Casino Guru no nos cansamos de recordar que no es posible ganar dinero en casinos online a largo plazo. Por lo tanto, es lógico que la fase ganadora llegue a su fin tarde o temprano. Es entonces cuando empieza la fase perdedora.
Durante esta, el jugador puede experimentar episodios de juego prolongados, empezar a jugar solo y mostrar una obsesión mayor con los juegos de azar. Sin embargo, como ahora pierde dinero en lugar de ganarlo (y ni siquiera llega a cubrir gastos), el juego pasa a ser una actividad compulsiva.
El juego se convierte en un problema no solo debido al dinero perdido, sino también a los cambios de personalidad, a las ausencias del trabajo, a una mayor desidia, etc. Más adelante entraremos en detalle en los síntomas de la ludopatía ya que muchos de ellos se manifiestan en la fase perdedora.
El dinero también se convierte en un problema importante. Es difícil "alimentar" un hábito ludópata a largo plazo, por lo que la gente que atraviesa la fase perdedora suele empezar a pedir dinero prestado o a buscar alternativas para conseguir más dinero (de forma legal e ilegal) y seguir jugando. Las deudas se acumulan y cada vez resulta más difícil saldarlas.
3. La fase de desesperación
La siguiente fase es la de la desesperación. Aumentan las preocupaciones relacionadas con el juego y son muchos los que recurren a actividades ilegales para conseguir más dinero. Los sentimientos de remordimiento y pánico suelen ser muy habituales ya que los jugadores se dan cuenta de lo que han hecho y de lo difícil que puede ser regresar a su vida normal.
La reputación también se ve afectada negativamente ya que los demás empiezan a detectar estos hábitos ludópatas, y la vida social y laboral también comienza a verse afectada. Ante la dificultad para asumir la responsabilidad por lo que ya ha ocurrido, es habitual que los afectados culpen a los demás de las desgracias que sufren debido a su ludopatía.
Tras la fase de desesperación, los ludópatas tocan fondo. Esta fase se caracteriza por la desesperación y el síndrome de abstinencia cuando el afectado no tiene suficiente dinero para seguir jugando. Una de las consecuencias de esta situación suele ser el consumo de drogas y el alcoholismo, así como el recurso a métodos ilegales para conseguir dinero, y los consiguientes problemas con la justicia derivados de estas acciones. Es entonces cuando se producen las crisis nerviosas y aparecen los pensamientos suicidas.
El ciclo ludópata
Las tres fases de la ludopatía suelen ser lineales, lo que significa que una persona pasa de una a otra a medida que se precipita hacia el fondo. La ludopatía suele evolucionar a base de ciclos, por eso hemos decidido incluir también el ciclo ludópata de GamCare en este artículo.
Este ciclo está formado por cinco "estados":
- Detonante: un detonante es algo que provoca que alguien vuelva a jugar después de un período de abstinencia. Este detonante puede ser interno, como una emoción, o externa, como pasar por delante de un bar que tenga una tragaperras. Lo importante es darse cuenta de que los detonantes pueden cambiar con el paso del tiempo, y que cada episodio ludópata puede activarse por un motivo distinto.
- Impulso: después de experimentar el detonante, empieza a desarrollarse un impulso físico o emocional de jugar. A medida que pasa el tiempo, resulta más difícil resistirse y tarde o temprano el afectado acaba jugando de nuevo.
- Episodio de juego: lo que ocurre a continuación solo puede describirse como un episodio de juego en el que pueden producirse ganancias o pérdidas.
- Continuación del episodio de juego: tras el episodio inicial, es habitual que el afectado siga jugando, ya sea para recuperarse de las pérdidas o para intentar ganar aún más.
- Fin de la fase de juego: la fase de juego finaliza. Habitualmente suele deberse a uno de estos dos factores: se acaba el tiempo o el dinero, lo que ocurra antes.
Como se trata de un proceso cíclico, es posible pasar de la quinta fase a la primera, algo muy habitual. Si alguien sufre de ludopatía, es cuestión de tiempo hasta que se produzca otro detonante que estimule el impulso de jugar, lo que desemboca en otro episodio de juego, en una espiral sin fin. La única forma de salir de este círculo vicioso es explorar formas de superar la ludopatía y pedir ayuda.
Síntomas y señales de la ludopatía
El juego se considera un problema cuando los jugadores no pueden dejarlo aunque tenga un impacto negativo en sus vidas, o cuando sienten la necesidad de parar. Entre otros factores, estas consecuencias negativas pueden considerarse como señales y síntomas de que alguien padece ludopatía.
El trastorno de la adicción al juego influye en todos los aspectos de la vida de una persona, por lo que los síntomas pueden ser muy diversos, por ello hemos decidido separarlos en las categorías que mostraos a continuación. Haz clic en cualquiera de los enlaces para ir a una sección de este artículo que describe los síntomas mencionados con mayor detalle.
- Querer dejar de jugar y tener remordimientos después de jugar
- Síntomas relacionados con el dinero
- Perder una gran cantidad de dinero por culpa del juego
- Deseo de ganar mucho dinero (por varios motivos, desde razones puramente egoístas, a la necesidad de conseguir dinero para cuidar de otras personas)
- Jugar hasta perder todo el dinero
- Intentar recuperar el dinero perdido
- Necesidad de aumentar los importes de apuesta para mantener el nivel de emoción
- Necesidad de pedir prestado dinero para jugar
- No querer gastar dinero en nada para poder dedicarlo al juego
- Cometer delitos para financiar la adicción al juego
- Síntomas relacionados con el tiempo
- Dedicar cada vez más tiempo al juego
- Jugar más tiempo de lo esperado o planeado
- Falta de tiempo para otras actividades, amistades, familia o trabajo por culpa del juego
- Síntomas relacionados con el trabajo
- Faltar al trabajo por culpa del juego
- Disminución de la eficiencia y concentración
- Pérdida de ambiciones y objetivos
- Síntomas sociales
- Deterioro de las relaciones
- Pérdida de contacto con los demás
- Destrucción de la reputación personal
- Mentiras relacionadas con el juego
- Síntomas psicológicos y biológicos
- Miedo
- Irritabilidad
- Problemas de sueño
- Pensamientos autodestructivos y suicidas
- Dejadez
- Uso del juego como vía de escape
- Depresión
- Ansiedad
Ahora analicemos estos síntomas de forma detallada para que puedas comprender más cabalmente cómo se manifiestan en todos los aspectos de la vida de una persona.
Nota: Si no quieres conocer todos los detalles de estos síntomas, haz clic en el siguiente enlace para pasar directamente a la parte de este artículo que describe las diversas formas de discernir si tus hábitos de juego se han vuelto problemáticos.
Querer dejar el juego y tener remordimientos después de jugar
Los ludópatas suelen tener la sensación de que sus hábitos de juego tienen un impacto negativo en sus vidas; sin embargo, esto no basta para que dejen de jugar. En su caso, la adicción es mucho más fuerte que el deseo de parar, por ello se considera que este es uno de los síntomas más importantes de la ludopatía y se menciona de forma explícita en la definición anterior.
Esta señal está relacionada con otra: los remordimientos después de jugar. Puede que los hayas sentido tú también. Después de llevar un buen rato jugando, y acabar perdiendo dinero, te das cuenta de que está mal y te sientes desgraciado. Y reincidir en una actividad que te hace infeliz es una señal clara de adicción, o al menos de tener unos hábitos de juego problemáticos.
Síntomas relacionados con el dinero
Uno de los muchos síntomas de la adicción al juego es perder mucho dinero. Se trata de algo bastante obvio, incluso para aquellos que nunca han jugado. Sin embargo, los problemas de dinero vinculados al juego tienen unas raíces mucho más profundas.
El deseo de ganar dinero suele estar presente durante las fases de desarrollo tempranas de la adicción al juego. Hay gente que sueña con obtener un premio enorme que les cambie la vida, mientras que otros solo quieren ganar lo suficiente para atender bien a sus familias y consideran el juego como un medio para alcanzar este fin. Sin embargo, este razonamiento es muy peligroso y conviene evitarlo a toda costa.
Como ya sabrás si has leído algunos de nuestros artículos, los juegos de azar siempre benefician al casino. El jugador siempre está en desventaja y no puede ganar dinero a largo plazo. Existe la posibilidad de que consigas un único premio muy sustancioso, que suele actuar de "gancho" para retenerte en la mesa con la esperanza de que se repita el golpe de suerte.
Sin embargo, es mucho más probable que suceda justo lo contrario. Los ludópatas acostumbran a jugar hasta que lo pierden todo, absolutamente todo. Intentan recuperar el dinero perdido, pero lo único que logran es cavarse un hoyo más profundo. Y a medida que pasa el tiempo, resulta más difícil "huir" de esta situación.
Las vidas de los ludópatas y sus familias pueden verse gravemente afectadas antes de perderlo todo. No quieren gastar dinero en artículos esenciales como comida y productos para la casa para disponer así de un mayor presupuesto destinado al juego.
El dinero desaparece cada vez más rápido de los bolsillos de un ludópata. Uno de los síntomas de la ludopatía es la necesidad de aumentar los importes de apuesta para mantener el nivel de emoción. Si no disfrutas apostando el mismo importe que antes, podría ser una señal de que algo no marcha bien.
Cuando un ludópata pierde todo lo que tiene, es posible que empiece a buscar otras formas de conseguir dinero para mantener sus hábitos de juego. Piden dinero prestado a los familiares, a los amigos o a instituciones financieras y, en los casos más graves, llegan a cometer delitos para conseguir el dinero necesario que les permita seguir jugando.
Síntomas relacionados con el tiempo
Otro aspecto de la vida que puede verse afectado por unos hábitos de juego problemáticos es el tiempo. A medida que evoluciona la adicción al juego, esta empieza a ocupar cada vez más tiempo, algo que acaba afectando a otras actividades diarias. Si el juego ocupa una parte cada vez más grande de tu tiempo, podría considerarse uno de los síntomas de una relación nociva con los juegos de azar.
Otro síntoma de la ludopatía es jugar durante más tiempo de lo esperado. Puede que te hayas dicho a ti mismo que solo pasarás un tiempo determinado en un casino online o físico, pero también es posible que te resulte difícil dejar de jugar una vez que haya finalizado ese tiempo.
Si pasas más y más horas en un casino, o si recurres a otros tipos de juego, no tendrás tiempo para actividades que hasta entonces te resultaban satisfactorias relacionadas con la familia, los amigos o incluso el trabajo. Es habitual que la vida de un ludópata se centre exclusivamente en jugar, dormir y comer. Pero incluso el sueño puede verse afectado.
Los adictos al juego pueden desarrollar una obsesión con el juego, pensar en ello durante casi todo el día e invertir todos sus esfuerzos para encontrar más tiempo (y más dinero) para jugar. Los juegos de azar se convierten en una forma de celebración, pero también en una forma de evadirse de problemas personales, que analizaremos con mayor detenimiento más adelante.
Síntomas relacionados con el trabajo
Independientemente de que un ludópata sea trabajador por cuenta propia o ajena, o el dueño de un negocio, su trabajo se ve afectado negativamente por culpa de sus hábitos de juego. Como ya hemos mencionado, a medida que pasas más y más horas jugando, se reduce el tiempo que puedes dedicarle al trabajo.
El negocio o la empresa del afectado puede empezar a sufrir las consecuencias de su adicción, mientras que en el caso de un trabajador este empieza faltar al trabajo, a provocar problemas a su empresa, o incluso puede acabar perdiendo el trabajo.
La carrera profesional o el negocio de un adicto al juego no se ven afectados únicamente por la falta de tiempo. La adicción al juego también puede derivar en un descenso de la eficiencia. A medida que el juego pasa a convertirse en el centro de tu vida, aumentan las dificultades para concentrarse en lo demás. De hecho, tu rendimiento laboral puede verse afectado aunque dediques el mismo tiempo que antes al trabajo.
En último lugar, una relación nociva con el juego puede desembocar en la pérdida de tus ambiciones. Dejas de preocuparte por cumplir con los objetivos, piensas que tu trabajo no tiene sentido y que no es una actividad digna de tu tiempo.
Síntomas sociales
La vida y las relaciones sociales también sufren por culpa de la ludopatía. A medida que evoluciona la adicción al juego, los afectados se ven más arrastrados por el problema y pierden el contacto con la familia, los amigos, las parejas y los compañeros de trabajo,
lo que provoca un deterioro de las relaciones; y aunque existe la posibilidad de repararlas con el tiempo, puede que esto no sea posible si la adicción se prolonga durante demasiado tiempo. Conviene recordar que cuando se rompe la confianza, es muy difícil recuperarla. Por eso la ludopatía ha destruido muchas relaciones a lo largo de los años, y seguirá haciéndolo en el futuro. Lo único que puedes hacer es intentar detenerla antes de que sea muy tarde.
Otro aspecto que puede verse gravemente afectado por un problema de adicción al juego es la reputación personal. Si se corre la voz de tus problemas relacionados con la ludopatía, existen muchas posibilidades de que se convierta en un problema grave social y laboral debido a la imagen negativa del juego que tiene la mayoría de la gente.
Las personas que sufren ludopatía también tienen una mayor tendencia a mentir sobre sus hábitos de juego, a sí mismos y a los demás (familia, amigos, colegas del trabajo, etc.). Es habitual que a un ludópata le preocupe cómo puedan percibir los demás su adicción al juego y que, por ejemplo, no quiera que nadie haga nada al respecto por temor a que pueda cortar una fuente de dinero destinado a jugar.
Síntomas psicológicos y biológicos
La adicción al juego es una adicción conductual, lo que significa que la mayoría de síntomas e indicios están relacionados con la salud mental del afectado, algo que también se puede afirmar de los síntomas que hemos expuesto un poco más arriba, pero hay otros indicios psicológicos de adicción al juego que incluiremos en este artículo concreto.
Uno de los sentimientos habituales en relación con el juego es el miedo. Esta emoción negativa no se manifiesta siempre; un jugador puede sentir emoción mientras juega, pero en cuanto se le acaba el dinero y se da cuenta de lo que ha ocurrido, es habitual que el miedo se apodere de él. El miedo es una emoción muy intensa y por eso es tan peligrosa y puede llevarnos a dejarnos arrastrar por la irracionalidad.
El miedo también desata tu lado más irascible cuando reaccionas a cosas que te provocan este sentimiento. Pero la irritabilidad no es solo producto del miedo. Los juegos de azar suelen ser un tema espinoso y no es extraño que haya personas que reaccionen de un modo irascible cuando alguien intenta hablar de ello, lo cual no ofrece las mejores condiciones para abordar el problema.
También resulta difícil tener un hábito de sueño saludable cuando alguien se enfrenta a la adicción al juego: es casi imposible dejar de pensar en el problema y todas sus consecuencias, lo cual impide conciliar el sueño o dormir toda la noche de un tirón. La agitación, la incapacidad de relajarse y la falta de sueño no hacen sino agravar la situación.
De modo que los hábitos de juego problemáticos pueden hacer que cualquiera caiga en una espiral autodestructiva, sobre todo cuando toca fondo, pierde el dinero y las posesiones, o echa a perder la relación con su familia y amigos. Es entonces cuando aparecen los pensamientos suicidas y el momento en que se pueden sufrir más daños.
Cuando alguien siente emociones negativas muy intensas, o tiene algunos de los síntomas mencionados, es normal buscar una vía de escape. Por desgracia, la gente que padece ludopatía suele utilizar el juego como válvula de escape a estos problemas, lo que empeora aún más la situación y hace que resulte más difícil superarla.
Debido a las dificultades para encontrar una "vía de escape", el afectado puede caer en la desidia, perder el interés por las cosas y dejar de preocuparse por lo que le pueda ocurrir. Si a esto le unimos los pensamientos autodestructivos y suicidas, las perspectivas son muy poco halagüeñas. Por eso es importante tomar medidas para avanzar hacia la recuperación en cuanto sospeches que algo no va bien.
Sin embargo, los síntomas psicológicos de la ludopatía no acaban ahí. La depresión y la ansiedad también son muy habituales. Esta mezcla de síntomas psicológicos es muy peligrosa, por ello hay que ponerse manos a la obra en cuanto sospeches que algo no marcha bien.
Diagnóstico de la ludopatía: Cómo saber si estás afectado o no
Analicemos los pasos que debes dar para averiguar si tus hábitos de juego son problemáticos. Los juegos de azar pueden ser una forma de entretenimiento inocua, pero en cuanto pasan a ser en algo más que una "actividad lúdica", es importante dejar de jugar y buscar ayuda.
En esta sección del artículo encontrarás varios "diagnósticos de ludopatía" para ayudarte a averiguar si tus hábitos de juego son saludables o problemáticos. En concreto analizaremos:
Cuestionario de Jugadores Anónimos
Jugadores Anónimos es una de las organizaciones más grandes de todo el mundo que tratan el problema de la ludopatía. El objetivo de esta asociación es ayudar a la gente que padece problemas relacionados con el juego mediante los numerosos grupos de apoyo de que dispone en todo el mundo, y otros tipos de ayuda proporcionada por gente que ha pasado por lo mismo.
Para responder a la pregunta de si alguien padece ludopatía o no, Jugadores Anónimos utiliza un cuestionario con veinte preguntas de sí o no:
- ¿Has faltado alguna vez al trabajo o la escuela por culpa del juego?
- ¿Ha causado infelicidad en tu vida el juego?
- ¿Ha afectado el juego a tu reputación?
- ¿Alguna vez has sentido remordimientos después de jugar?
- ¿Has jugado alguna vez para obtener dinero para pagar deudas o resolver problemas financieros?
- ¿Ha disminuido tu rendimiento y ambición a causa del juego?
- ¿Después de perder, sentiste que tenías que volver a jugar lo antes posible para ganar y recuperar tus pérdidas?
- ¿Después de ganar, sentiste que tenías la necesidad urgente de volver a jugar para ganar más?
- ¿Has apostado hasta perder todo el dinero?
- ¿Alguna vez has pedido dinero prestado para financiar tus hábitos de juego?
- ¿Alguna vez has vendido algo para financiar tus hábitos de juego?
- ¿Te has mostrado reacio a usar "dinero que has ganado jugando" para sufragar gastos domésticos?
- ¿Por culpa del juego has perdido interés por tu propio bienestar o el de tu familia?
- ¿Alguna vez has jugado más tiempo del planeado?
- ¿Alguna vez has jugado para evadirte de preocupaciones, problemas, el aburrimiento, la soledad, el dolor o una pérdida?
- ¿Has cometido o has pensado en cometer un delito para financiar tus hábitos de juego?
- ¿Te ha causado el juego problemas de insomnio?
- ¿Crees que las discusiones, las decepciones o las frustraciones te empujan a jugar?
- ¿Alguna vez has sentido la necesidad de celebrar algo con una sesión de juego de varias horas?
- ¿Alguna vez has tenido impulsos suicidas por culpa del juego?
Este cuestionario, está disponible en el sitio web de Jugadores Anónimos, además de otros recursos de gran utilidad sobre diversos problemas relacionados con el juego. En resumen, según los criterios de Jugadores Anónimos los jugadores compulsivos responden "sí" a un mínimo de 7 de las 20 preguntas. Esta lista puede servir como guía para hacer una evaluación previa de un posible problema de ludopatía, aunque nunca debería sustituir a un diagnóstico oficial realizado por un profesional cualificado.
Diagnostico del DSM-5
En lo que respecta a los diagnósticos oficiales, el método más utilizado para determinar si alguien padece adicción al juego se describe en la quinta edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5).
DSM-5 utiliza los siguientes criterios para diagnosticar los trastornos del juego:
- Un comportamiento continuo y recurrente de juego patológico que provoca un sufrimiento o discapacidad significativa desde el punto de vista clínico cuando el afectado muestra cuatro (o más) síntomas de los siguientes en un período de 12 meses:
- Necesita jugar con cantidades cada vez más grandes de dinero para alcanzar el nivel de emoción deseado.
- Se muestra inquieto o irascible cuando intenta reducir o poner fin a sus hábitos de juego.
- Ha realizado varios intentos infructuosos de controlar, reducir o poner fin a sus hábitos de juego.
- Muestra una preocupación habitual con el juego (por ejemplo: tiene pensamientos recurrentes relacionados con experiencias de juego pasadas, con la planificación de la siguiente experiencia de juego, piensa en formas de conseguir dinero para jugar).
- Juega a menudo cuando se siente angustiado (impotente, culpable, ansioso, deprimido).
- Después de perder dinero jugando, acostumbra a intentar recuperar las pérdidas.
- Miente para ocultar el alcance de su adicción al juego.
- Ha puesto en peligro o ha perdido una relación importante, un trabajo o una oportunidad educativa o laboral por culpa del juego.
- Depende de que otros le proporcionen el dinero necesario para aliviar situaciones financieras desesperadas provocadas por el juego.
- El comportamiento relacionado con el juego no se explica por un episodio maníaco.
Si crees que padeces al menos cuatro de estos síntomas, tus hábitos de juego se consideran patológicos según el DSM-5. El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales especifica tres niveles de gravedad:
- Leve: se cumplen entre cuatro y cinco criterios
- Moderado: se cumplen entre seis y siete criterios
- Grave: se cumplen entre ocho y nueve criterios
El DSM-5 también distingue entre casos episódicos y persistentes del trastorno del juego:
- Episódico: Alcanza un nivel de criterios diagnósticos en más de un momento y padece síntomas que remiten durante varios meses entre períodos de trastorno del juego.
- Persistente: Experimenta síntomas continuos y se ajusta a los criterios diagnósticos durante varios años.
El trastorno del juego puede pasar a una fase de remisión según el DSM-5, y se especifican estos dos casos:
- Remisión temprana: Después de cumplir con todos los criterios del trastorno del juego, no vuelve a cumplirse con ninguno de ellos durante un mínimo de tres meses, pero sin llegar a superar los 12.
- Remisión sostenida: Después de cumplir con todos los criterios del trastorno, no se vuelve a cumplir con ninguno de ellos durante un período mínimo de 12 meses.
Otras herramientas de diagnóstico
Existen varias herramientas destinadas a ayudar a que los jugadores puedan evaluar sus hábitos de juego y decidir si deben pedir ayuda profesional o no. Cada una tiene un enfoque distinto, pero se rigen por el mismo principio: formulan una serie de preguntas sobre distintos síntomas de la ludopatía y evalúan el nivel de "peligro" que puede afectar al individuo.
Si quieres probarlas, utiliza los enlaces que encontrarás a continuación:
- Preguntas de autoevaluación de Gambling Therapy
- Herramienta de autoevaluación de GamCare
- Herramienta de autoevaluación de GambleAware
Qué hacer si tienes un problema de adicción al juego
Cuando te das cuenta de que tienes un hábito de juego compulsivo, puedes superar o tratar esta adicción de diversas maneras, desde métodos de autoayuda a líneas telefónicas de ayuda al jugador, grupos de apoyo o incluso clínicas de rehabilitación.
El método más adecuado para superar un problema de adicción al juego depende de tu situación concreta y de la gravedad de tus hábitos, pero lo más importante es tomar cartas en el asunto en cuanto creas que has perdido el control de la situación. Lo peor que puedes hacer es quedarte de brazos cruzados y esperar a que las cosas empeoren.
Aunque solo tengas algunos de los síntomas expuestos en el artículo, no olvides que más vale prevenir que curar cuando se trata de un enemigo tan temible como el de la adicción al juego. Encontrarás más información sobre las diversas opciones que tienes a tu disposición en nuestro artículo sobre cómo superar la ludopatía y cómo tratarla.